Introducción:
La siguiente
actividad consiste en una adaptación del cuento folclórico " Toda clase de
pieles". Para la adaptación me he basado en niños de segundo ciclo de
primaria, en torno a unos 9-10 años.
En lo referente a la adaptación he respetado el esquema principar de la historia, pero he cambiado el motivo por el cual se marcha del que hasta ahora había sido su hogar, ya que para niños de nueve o diez años puede resultar muy chocante que un padre quiera tener hijos con la que es su propia hija
También he dado nombre a los personajes principales de la historia y he mantenido la simbología de los objetos de la historia inicial, aunque he acortado el número de objetos, y el motivo del uso de cada uno.
En lo referente a la adaptación he respetado el esquema principar de la historia, pero he cambiado el motivo por el cual se marcha del que hasta ahora había sido su hogar, ya que para niños de nueve o diez años puede resultar muy chocante que un padre quiera tener hijos con la que es su propia hija
También he dado nombre a los personajes principales de la historia y he mantenido la simbología de los objetos de la historia inicial, aunque he acortado el número de objetos, y el motivo del uso de cada uno.
Por otra parte he acortado la historia, para que no les resulte tan densa y sea más sencilla de
seguir.
Toda Clase De Pieles
Érase una vez, en un reino muy lejano vivían unos jóvenes reyes
que lo tenían todo, una gran riqueza, gente que les adoraba, y un amor eterno.
Sin embargo, para ser completamente felices, les faltaba una única cosa, un
descendiente.
Al poco tiempo
llegó la buena nueva: los reyes iban a tener un bebé. Pero esta felicidad
inmensa se vio frustrada cuando la reina fue diagnosticada por los curanderos
de la corte de una enfermedad altamente contagiosa.
La reina tuvo
que ser aislada del resto del palacio en la torre más alta y más alejada de los
aposentos de su amado, el rey, hasta que tuviera a su deseada hija.
A pesar de la
mala suerte de la reina, su hija nació sana y llena de dicha, pues era muy
bella. La niña, a quien llamaron Risabella, fue separada de su madre nada más
nacer y desde ese preciso momento su padre, el rey, entendió que tendría que
ser él quien la cuidara hasta el fin de sus días.
A las pocas
semanas del nacimiento de la pequeña, la madre sabía que su fin estaba próximo,
pues había gastado todas sus fuerzas para poder ver la cara de preciosa hija.
Ante este desenlace, la reina hizo llegar al rey una carta donde le pedía dos
deseos en su lecho de muerte. El primero era que le hiciera entrega, cuando
ella fuera lo suficientemente mayor, del anillo que la identificaba como
perteneciente a esa dinastía real y el colgante de su abuela. Y el segundo deseo, era que la hiciera casar
con su primo hermano, quien habitaba también en el castillo, púes era huérfano
y desde entonces vivía con ellos.
Cuando Risabella
se hizo lo suficientemente mayor, el padre le entregó los objetos que su madre
le había dejado, y le comunicó que debía casarse con su primo hermano Cornelio.
Risabella
siempre había soñado desde niña con la idea de amor verdadero y había imaginado
que cuando llegara el momento de desposarse con alguien sería por este motivo.
Pero Risabella se veía envuelta en un gran dilema, Cornelio era como un hermano
para ella, y sentía cariño por él, pero no era un amor verdadero. Por eso,
llevó a cabo toda clase de astucias que se le ocurrían para retrasar el
casamiento, como pedirle a Cornelio como regalo de boda un vestido de la nieve
más pura de las montañas.
Cornelio mandó a
los mejores sastres del reino hacerse con la tela blanca más pura y sedosa de
todo el mundo. Lo que les llevó casi un año hasta terminarlo.
Sin embargo, ese
año pasó fugazmente para Risabella, y la idea del casamiento seguía en pie. Por
ello, al verse presionada por la boda con Cornelio y no tener más tretas para
retrasarla, decidió escapar del que hasta ahora había sido su hogar, pero no
sin antes meter en su hatillo el colgante y el anillo que su madre le dejó, el
vestido blanco como la nieve y un abrigo de su padre que se hizo con todas y
cada una de las pieles de los animales que conseguía en sus cacerías.
Risabella escapó
al anochecer junto con todas sus pertenencias y marchó apresurada lejos del
reino para que nadie pudiera encontrarla.
El abrigo de su
padre le ayudó para camuflarse en el bosque, protegerse de las inclemencias del
tiempo y de los animales más fieros, quienes la confundían con otros
animalillos.
A los pocos días
de trayecto a ninguna parte, fue descubierta por una batida de hombres que
salían de caza. Los cazadores la encontraron hecha un manojo en lo alto de un
árbol e intentaron matarla, pero al instante ella esbozó un susurro que decía:
- “No me matéis por favor, tan solo soy un animalillo asustado”- .
Entonces,
escuchó que se aproximaba la voz de un joven apuesto al que el resto de hombres
llamaban Majestad. Temió porque fuera su primo Cornelio, pero cuando le miró a
sus profundos ojos azules, se dio cuenta de que se trataba de un apuesto
príncipe de uno de los reinos vecinos.
Dicho príncipe,
llamado Marco, le ofreció cobijo en su castillo a cambio de un tributo que
tendría que pagar. Risabella, al no tener dinero, tuvo que darle el colgante de
oro que le había dejado su madre como legado.
Risabella se
adaptó con facilidad al nuevo reino, cada día ella y el príncipe Marco pasaban
tiempo juntos, y eso hizo que se fueran enamorando cada vez más.
Pasado un tiempo
los padres de Marco le obligaron a casarse. Fue entonces cuando Marco empezó a
soñar con la posibilidad de casarse con Risabella, pero él sabía que sus padres
nunca lo permitirían porque no era de la realeza.
Al contarle este
problema a Risabella, ella decidió contarle su verdadera historia y enseñarle
el anillo que su madre le legó y que la identificaba como perteneciente a una
de las mejores dinastías reales del lugar.
En ese momento
el príncipe supo que sería feliz el resto de su vida y la desposó. A los pocos
días se casaron y ella pudo al fin lucir el vestido tan blanco como la nieve
que siempre le recordaría a su querida familia.
La adaptación está bien aunque es bastante breve, podías haber metido algún dato mas a la historia. Además te ha faltado explicar lo que has cambiado y lo que no has cambiado de la adaptación original.
ResponderEliminarBueno, Alejandro, son buenas indicaciones, aunque debes leer lo que le he escrito a María para que seas consciente que cuáles han sido sus errores.
EliminarMaría, tu adaptación iba bien hasta la llegada de Risabella al castillo de Marco. En esa última parte, te has saltado toda la astucia desplegada por la princesa para conseguir la atención del príncipe mientras juega con sus "dos personalidades". Ya no es cuestión de que el desenlace sea demasiado rápido, es que no se ajusta al esqueleto del cuento que yo os conté.
ResponderEliminarSi rehaces esa última parte, tu adaptación será perfecta.
Lo tendré en cuenta y lo modificaré, Irune.
EliminarMuchas gracias por tus recomendaciones!!!
Un saludo!