ARTÍCULO FINAL
Con este artículo final pretendo hacer un breve recorrido de
la asignatura, pasando por los 5 bloques que hemos visto, la experiencia con la
creación del blog y lo que me ha marcado a mí todo lo relacionado con ella.
Comenzamos esta aventura con uno de los temas que sin duda
más me han marcado en esta asignatura; qué es verdaderamente la literatura y la
deferencia entre ésta y la paraliteratura.
Cuando Irune nos recalcó que no todo lo que estaba escrito y
recogido en un libro era literatura, sin duda aclaró una de mis grandes lagunas.
Nunca me había parado a pensar y dividir qué se consideraba literatura y qué no
hasta ese preciso momento.
Otro de los aspectos que trabajamos fue la diferencia entre
literatura y paraliteratura. Si tenía lagunas con el punto anterior, en lo
referente a este tema estaba totalmente perdida. Aquí nos enseñó que una tenía
un carácter didáctico o moralizante y la otra artística. Sin duda alguna es
algo que, como maestros, debemos tener muy claro y saber diferenciar a la
perfección.
Pero lo que más me gustó de esta primera toma de contacto con
la materia, fue la actividad que se nos encomendó para realizar en el blog. Con
esta actividad aprendimos a saber escoger un buen libro para nuestros alumnos.
Valorando puntos como la edad, el vocabulario, las ilustraciones, la portada,
el tamaño, los temas y subtemas del libro, etc.
Creo que el trabajo que realizamos fue francamente útil,
trabajo que por desgracia apenas hacen los profesores hoy en día en las
escuelas y que, sin duda, es uno de los pasos para llevar al éxito o al fracaso
el gusto y hábito de lectura en los niños.
Se trata de algo que tan siquiera los propios padres se
planean cuando compran un libro para sus hijos, pero que como futuros maestros,
y amantes de esta profesión, debemos hacer.
Continuaban los días y nos adentramos en el bloque2. Aquí tratamos los textos folklóricos y
aprendimos a hacer una selección y adaptación de los mismos.
Este bloque no resultaba muy extraño para mí, ya que en el
instituto tuve una profesora de música apasionada por este tema, pasión que sin
duda me transmitió. Era consciente de
que el folklore era una extensión de la transmisión oral y de la cultura
popular, religiosa o la misteriosa; y que se podía encontrar en cuentos, mitos
e incluso fábulas. También sabía que muchas de esas historias populares que se
transmitieron oralmente generación tras generación se han recogido en libros,
libros que hoy en día forman parte de nuestras vidas.
Sin embargo, de todas las cosas que vimos en este bloque, había
un aspecto que no sabía; la diferencia entre textos de autor y cuentos folklóricos.
He aprendido que los textos de autor, a
diferencia de los cuentos folklóricos, son para ser leídos y no trasmitidos de
forma oral.
Lo que desde mi punto de vista resultó más útil en este
bloque fue aprender a escoger una buena adaptación de los cuentos folklóricos.
Me pareció sorprendente el detalle con el que había que escoger un libro para asegurarnos
de que era una buena adaptación. Desde entonces, cada vez que voy a comprar uno,
me fijo en todas las anotaciones que nos dio Irune en clase.
Considero que el uso del folklore en el aula es una estupenda
opción como maestros para trabajarlo no solo en el área de Lengua y Literatura,
sino enlazarlo con el área de Sociales e Historia. A través de un mismo relato, podemos trabajar
la geografía, de donde proviene ese relato, localizarlo en un mapa y trabajar
la historia de ese pueblo, cuidad o País. Sin duda un aspecto muy interesante para poner
en práctica el día de mañana.
Seguimos adelante y empezamos con el bloque3. Durante este bloque hicimos un breve recorrido
sobre la literatura española desde la Edad Media hasta el siglo XX. Este repaso
me sirvió para refrescar todos estos contenidos, un poco oxidados desde que los
vi por última vez en bachillerato.
Siempre me ha parecido muy complicado enseñar la literatura,
ya que el único ejemplo que he vivido yo, ha sido la memorización obligada de
la misma.
Uno de los aspectos fundamentales que tenemos que tener muy
en cuenta a la hora de impartir la literatura en Educación primaria, es la edad
a la que va dirigido. Hay que adaptar el temario a los niños, su edad, y ver
qué base de conocimientos previos tienen para poder asentar unos nuevos.
Se nos presentaron numerosos recursos e ideas para trabajar
la literatura en primaria, uno de ellos lo pusimos en práctica con la semana
literaria.
El objetivo es que, como maestros, creemos el interés en los
niños por aprender contenidos, sin generarles presiones y ayudándoles con
recursos como las Webquest, periódicos escolares, jornadas culturales, etc.
Llegando al final de esta aventura, nos topamos con los dos
últimos pasos, el bloque cuatro y cinco.
En el bloque cuatro aprendí que como maestros no podemos
conseguir que los niños adquieran el hábito lector, lo que si podemos lograr es
que tengan un gusto por leer. El hábito
lector va mucho más allá de lo que entendemos por literatura, es tener
costumbre de leer, ya sea literatura o no.
Otro de los grandes retos que se planteaban en este bloque
era la animación a la lectura. Siempre me ha resultado muy complicado imaginar
cómo podíamos crear ese gusto en los niños.
En este punto he aprendido que debemos trabajar previamente
los textos. Antes de entregarlos al alumno sin más, como maestros debemos
trabajarlo, leerlo y preparar actividades o recursos para antes de la lectura,
durante el proceso y para después del mismo.
Considero que es fundamental crear expectativa en los niños y
mantenerla. Hay que partir de los gustos de los niños para escoger un libro, o
intentar acercarnos a ellos.
Por último, en este bloque he aprendido la gran diferencia
que hay entre lectura comprensiva, aquella que se realiza en silencio; y la
lectura en voz alta, la cual es expresiva y nos sirve para transmitir el
mensaje a los demás.
Y aquí llegamos al final con el bloque cinco. En este punto
lo primero que aprendí y lo que más me llamó la atención, es que todo lo que
durante mi etapa escolar habían denominado como redacción estaba mal planteado.
En la escuela, al menos en mi caso, a todo escrito que nos mandaban
le llamaban redacción. Resultó que cualquier texto con coherencia y cohesión
era una redacción, pero dentro de todo esto hay una serie de géneros que tienen
nombre: cuento, narración, poema, etc. En la escuela no ponían, y en muchos
casos lo siguen sin poner, el nombre apropiado a cada cosa. De este modo es sencillo
que los niños no sepan distinguir con facilidad lo que es un cuento de otro
tipo de escrito.
Otro aspecto fundamental, es que cuando a los niños les
pidamos que nos hagan un escrito, debemos ponerle primero un buen ejemplo, un
punto de donde ellos puedan partir y tomar como modelo. Esto les puede
facilitar mucho la tarea y hacer que no se sientan perdidos.
Otro de los consejos que nos dio Irune, es que a la hora de
corregir los textos de los niños, tomemos por costumbre hacerles una aclaración
por escrito de lo que deben mejorar, cambiar o de lo que tienen perfecto. Esta
es la única forma de que vayan mejorando, viendo sus errores y aciertos más
allá de una nota.
Por último, trabajamos la creación de diferentes textos (prosa,
verso y creación dramática). En este punto lo que más útil me ha parecido han
sido los ejemplos que nos colgó Irune en Luvit para poder llevarlo a cabo no
solo en el blog, sino en un futuro en el aula.
Como conclusión diría que lo más importante a la hora de
trabajar cualquier aspecto con los niños, es tener en cuenta su edad y la base
previa que tienen. Además de aportarles todos los recursos que tengamos en
nuestra mano para que logren superarse a ellos mismos.
En lo referente al blog, me ha parecido un arma estupenda
para dar a conocer nuestro trabajo, pero sobre todo para generar un feedback
entre compañeros y la profesora. Las actividades de cierre de cada bloque me
han servido para sintetizar e interiorizar dichos apartados. Y aunque mi organización
con respecto al blog podría haber sido mejor, sin duda he aprendido y
descubierto numerosos recursos para el día de mañana.
Por último, quería resaltar la cantidad de documentación complementaria
que se nos ha aportado durante el curso. La gran mayoría de ella la he ido
abriendo casi al final de la asignatura, pero me ha sorprendido lo útil que nos
puede resultar para esta asignatura y para nuestra profesión. Sin duda alguna,
aconsejo guardarla y conservarla.
Una buena experiencia, pero sobre todo ganas de seguir
aprendiendo mucho más.
Bibliografía:
Teoría facilitada por la maestra que incluye los bloques 1, 2,
3,4 y 5.
Web grafía: